Ajo y abono

El primer trimestre ya se termina y nos ha dejado dos momentos de especial importancia para la regeneración de los huertos escolares: la extracción de compost o abono y la siembra de ajos.

Y veamos por qué:

Todos los cursos comenzamos con la preparación del terreno y una de las tareas hortelanas es la incorporación de materia orgánica. Mediante la sesión sobre compostaje los/as niños/as han conocido los principales organismos implicados en el proceso y cuales son los ingredientes para que se produzca este milagro de la Naturaleza que es la descomposición de los restos orgánicos en compost. Ya dijo Darwin que la lombriz es el animal más importante del planeta, puesto que con sus desechos abona las plantas y además airea el suelo. Pero no sólo hemos encontrado lombrices de tierra en las composteras escolares…

Y llegado diciembre es el momento de sembrar los ajos. Han conocido cómo vivían nuestros ancestros de una manera más sostenible mediante el cuento ilustrado de la Fiesta de la siembra del ajo (adaptación de la siembra de la patata que podéis ver en esta entrada del blog: https://lahuertaalcole.com/2020/04/03/un-cuento-pintado-la-fiesta-de-la-siembra-de-la-patata/). Y nos hemos puesto manos a la obra para la siembra de este cultivo que algunos llaman el alimento medicamento, porque en el huerto nos limpia la tierra de hongos o repele a los roedores y en nuestro cuerpo es un antibiótico natural.

Herbarios del huerto

El primer trimestre hemos iniciado con las clases de 2º y 4º de primaria los herbarios del huerto. Es una actividad del proyecto educativo de La Huerta al Cole que les acompañará todo el curso.

Primeramente en clase han hecho el diseño de los cuadernillos, uniendo dos folios y en dos formatos, con hilo (para los mayores y con tiempo) o con grapas. Luego han hecho la portada con una calcamonía de una hoja de los árboles caída del otoño. Les ha gustado tanto la técnica que han aprovechado para hacer también así la contraportada. Hemos aprendido la diferencia entre hojas simples y compuestas (como la de la patata), sésiles como la del guisante (sin peciolo) o palmeadas como la del plátano de sombra. Y también han conocido que existen plantas del huerto anuales o bianuales, incluso perennes como las fresas.

Y por último la salida al huerto para tomar la muestra de las plantas existentes: patatas, fresas, guisantes, perejil, acelgas o rúcula han estado entre las seleccionadas. 15 días de secado entre hojas de periódico o folios reutilizados de clase, debajo de unos buenos libros escolares y a pegarla junto con su ficha botánica.

Ha sido una manualidad muy apropiada para los días de lluvia. Y en la clase de 2ºA del colegio «Los Ángeles» de Torrelodones, lo amenizaron con esta canción del otoño:

Mayo y sus presentes

Ya llegó la primavera que la sangre altera. Los pulgones a sus habas y las flores por doquier. Abejorros y todo una miríada de polinizadores libando el néctar mientras unos intrépidos aprendices de hortelan@s fumigan con maceración de ajo y agua jabonosa.

Los invernaderos de los colegios y las familias que apadrinaron semilleros por Semana Santa han hecho que tengamos un buen plantel que trasplantar. Aprendemos el noble arte del trasplante a tierra y el repicado a macetas.

Nos da tiempo para experimentos varios que amplían la Naturaleza en la escuela, desde los huertos verticales hastas las macetas autorregantes.

Y lo mejor de todo es la cosecha. Porque mayo es el mes de las habas, pero también de los guisantes, las acelgas, los rabanitos, las fresas e incluso las coliflores y brócolis.

Planificando la huerta

Llega el momento en que tod@ hortelan@ tiene que planificar su huerta. Y eso han hecho las últimas semanas l@s alumn@s de segundo ciclo de primaria. Primero han conocido dos pilares de la agricultura ecológica: las rotaciones en el tiempo de los cultivos y las asociaciones en el espacio. Con estas dos ideas fomentamos la biodiversidad, mantenemos la fertilidad del suelo y aprovechamos las ayudas mútuas que se establecen entre unas plantas y otras.

Primero han clasificado las hortalizas según su parte comestible. Hay que tener en cuenta que para las rotaciones, los frutos también incluyen semillas y flores, todos demandantes de fósforo. Después vendrían las legumbres que fijan nitrógeno al suelo, posteriormente las verduras de hoja que lo consumen y finalmente las raíces, donde también se incluyen bulbos, tallos y tubérculos y que absorben más potasio.

Una vez comprendido este esquema, han conocido la tabla de asociaciones de cultivos, que se basa en 4 principios:

  • Combinar plantas con diferentes requerimientos de nutrientes (altos y bajos).
  • Asociar hortalizas de diferentes ritmos de crecimiento (rápido y lento).
  • Combinar hortalizas de hoja con verduras de raíz.
  • Incluir plantas repelentes de plagas y/o atrayentes de insectos beneficiosos.

Tabla de asociaciones de la cooperativa Germinando

Entonces ha llegado el momento de medir los bancales. Se han hecho grupos y con reglas han calculado el ancho y el largo. Lo han dibujado en el plano y han calculado cuantas verduras entrarían de dos especies diferentes. Así hemos visto los marcos de plantación que son las distancias entre plantas y entre filas de cada cultivo. Estamos ya en la segunda sesión.

Por último, en la tercera sesión cada grupo ha hecho los semilleros para las hortalizas que había planificado.

Porque no lo olvidemos, ¡Febrero es el mes del semillero y del invernadero!

Las plantas (y las actividades) acompañantes

Llegan los meses frios a los huertos escolares torresanos y es el momento de hacer las actividades complementarias. Por ejemplo nos hemos puesto la bata de investigadores para descubrir las especies vegetales que habitan nuestros huertos y algunas clases de primaria han empezado la elaboración de un herbario.

También es el momento, en la parada invernal, para hacer los esquejes de aromáticas. Con enraizante de lentejas hemos bañado los tallos de salvias, romeros y lavandas. Porque como aprendimos del cuento de «La Colmena Viajera», las plantas acompañantes con flor son el mejor restaurante para los insectos polinizadores.

Nos hemos acordado mucho de las legumbres, aliadas de una dieta de menor impacto ecológico, gracias a su proteína vegetal y al aporte de nutrientes al suelo. Por ello las hemos plasmado en un mural y hemos sembrado lentejas, garbanzos, habas y guisantes.

Y ya que hablamos de las semillas, este año los/as alumnos/as de 5 años de infantil son los guardianes de las semillas del huerto. Por eso ya cuentan con su propio banco de semillas formado por todas las que han extraído este curso, más las que traerán de casa.

Porque las semillas, como los huertos escolares, están muy vivas, y la mejor manera de conservarlas es sembrándolas.

La preparación de la huerta escolar

Ya están los bancales de los huertos escolares torresanos preparados. En octubre hemos podido usar todas las herramientas para cavar los terrenos y dejar la tierra bien mullida.

Y también hemos podido extraer semillas de los cultivos anteriores porque este curso vamos a volver a hacer un intercambio de semillas entre colegios. Cada huerto va a disponer de su propio banco de semillas.

Y una vez que hemos escardado, cavado y abonado, llegó la esperada siembra de otoño: habas y guisantes ya empiezan a brotar.

Afortunadamente, tenemos unos custodios del huerto de lo más variopinto, desde el clásico atraepájaros hasta las calabazas de Halloween. ¡Así es la fiesta del huerto de otoño!

La fiesta de la biodiversidad y la cosecha

Estamos en mayo, el mes de las flores y los huertos escolares están de fiesta también por la cantidad de microfauna que acude a sus hortalizas. Para conocer los principales habitantes del huerto los/as niños/as de Torrelodones han cogido las herramientas de detectives de invertebrados (lupas, cajitas y cuadernos) y se han puesto a identificarles. Los más mayores han hecho una dinámica para entender que en el ecosistema huerto todos los seres vivos están relacionados y que ese equilibrio es importante para mantener la salud de las plantas.

Diario de huerto de un alumno de la clase de 4ºC de primaria del Colegio San Ignacio de Loyola

Y claro, no es por casualidad que acudan con tanta abundancia los invertebrados a nuestros huertos, es que las hortalizas están enormes. Ya se pueden degustar las habas, guisantes, rabanitos, escarolas y hasta las acelgas. ¡Porque la verdura que pruebas en el huerto siempre sabe mucho mejor!

Mientras que en la Escuela Infantil El Tomillar han hecho una exposición de mosaicos de semillas para transmitir la importancia de su conservación, ya que ellas y las plantas de las que vienen nos dan los alimentos que necesitamos, medicinas naturales, tejidos, cuerdas, sombra y hasta instrumentos como el palo de lluvia o las maracas.

Febrero es el mes de los semilleros… y de mucho más

Después de la nieve y el hielo, llegó febrero, el mes de los semilleros. Y los invernaderos de los huertos escolares de Torrelodones empezaron a ser ocupados de semillas de todos los colores y tamaños, de variedades locales y ecológicas.

Mientras los más pequeños sembraron las semillas más grandes de la huerta: guisantes y habas en el terreno, que son de siembra directa.

Y como nuestros huertos son eco friendly, no podíamos descuidar a toda la fauna del aire y del suelo que nos ayudan con la polinización, el control de plagas y la descomposición de la materia orgánica. Por eso hemos creado restaurantes de bichos, comederos de aves, bebederos y hasta un museo de las abejas. Porque como dice la canción inventada por Eva la hortelana: «Sin polinizadores no podemos tener acelgas, ni tomates, ni coliflores, ni amapolas».

Un otoño de tocar tierra

Primero los jóvenes hortelanos/as sacaron la cosecha del verano: calabacines, berenjenas, acelgas, zanahorias, rúcula, etc. Obteniendo, como no podía ser de otra manera, las preciadas semillas. Y lo que sobra, a alimentar a las lombrices y orugas de la compostera.

Luego, tocaba preparar la tierra. Con azadas y azadillas fueron cavando los bancales, sin prisa pero sin pausa; al ritmo de las hojas que caían de los árboles…

Entonces llegó el momento de planificar la huerta de otoño – invierno y empezar a sembrar. Habas, guisantes y garbanzos, acelgas, espinacas y rúculas, rabanitos, zanahorias y remolachas, hortalizas de vaina, hoja y raíz, que ya están germinando en los huertos escolares torresanos. Y por si fuera poco, las bombas de semillas también han brotado con las lluvias de otoño. ¡Alegría y abundancia!

Recreos Residuo Cero: origen y… continuará

Parece que ha pasado más tiempo, pero a comienzo de este curso, elegimos el programa Recreos Residuo Cero como eje central de La Huerta al Cole 2019-2020. Creemos que es un asunto que hay que seguir reivindicando, porque la necesidad de un planeta limpio y sostenible es una necesidad imperiosa que como hortelan@s conocemos y ponemos en el centro para que las futuras generaciones sean conscientes.

Pero hagamos un poco de memoria. Todo comenzó en agosto de 2018 cuando una adolescente se plantó frente al parlamento sueco para pedir acciones por el clima. Os dejamos una frase que aparece en la contraportada del libro «La Historia de Greta»: «Existe una emergencia inmensa que nadie considera una crisis, mientras quien guía a los países se comporta de manera inmadura. Hace falta despertar y cambiar las cosas».

Después esa pequeña acción se extendió por todo el mundo y se crearon las plataformas Juventud por el Clima, Madres por el Clima, incluso Profesores por el Clima. A nivel social, la conciencia ecológica empezó a estar en primera plana, y del 3 al 9 de junio de 2019 se hacía la primera Semana sin plásticos que promovió la plataforma Zero Waste España o en septiembre de ese año la Semana por el clima que propuso la organización Teachers for Future. Incluso Madrid fue la sede de la última cumbre sobre Cambio Climático, en la que no se llegaron a los acuerdos ambiciosos que se esperaban.

Mientras tanto, desde los colegios de Torrelodones, se estaba gestando el cambio. La propuesta de este curso era eliminar los residuos de los recreos, promoviendo desayunos más saludables y sostenibles. En el primer trimestre se realizó una acción impacto: recoger los residuos inorgánicos generados en el recreo y plasmarlos en un mural. Aquí podéis ver algunos ejemplos:

En el segundo trimestre nos pusimos manos a la obra, se crearon las Ecopatrullas, en los colegios que no había, que eran l@s voluntari@s que se encargaban de despositar los restos orgánicos en la compostera del huerto escolar. Algunas clases fabricaron su propio portadesayunos con ropa reutilizada. Y todas las clases participantes en la Huerta al Cole tuvieron su Residuómetro. Dicho aparato constaba de una tabla en la que cuantificar el tipo de almuerzos que traían cada día, comparando los residuosos frente a los sostenibles. Además de una caja de cartón donde ir calculando el volumen de envases generados a la semana.

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Ya se estaban apreciando mejoras, y los desayunos sostenibles acababan de superar en número a los residuosos en algunos colegios. En otras clases estaban acercándose cada vez más al objetivo de residuo cero.

Pero se paró todo. Y el plan que teníamos para el tercer trimestre, de valorar y publicar los resultados, no se pudo llevar a cabo. Nos gustaría retomar este programa el próximo curso y lograr hacer esos cambios tan necesarios para el planeta. Mientras tanto, os dejamos un Decálogo de Residuo Cero para practicar desde casa:

  1. Lleva siempre contigo una bolsa reutilizable para hacer tus compras.
  2. Compra a granel y utiliza tarros o bolsas de tela para para llevar a
    la tienda.
  3. Elije siempre producto fresco y lleva envases
  4. Siempre que el envase sea necesario elije siempre cartón o vidrio.
  5. Busca productos con envases sean retornables.
  6. Composta residuos orgánicos en casa o busca zonas de compostaje
    comunitario en tu comunidad.
  7. Compra ropa de calidad, que no se rompa fácilmente, y busca proyectos
    de intercambio para renovar tu armario sin generar residuos.
  8. Evita los envases de un solo uso, utiliza termos y cantimploras.
  9. Utiliza pastillas de jabón y champú sólido o busca lugares en los que
    poder rellenar tu envase reutilizable.
  10. Consume de cercanía. Evitarás envases innecesarios y reducirás la
    contaminación del transporte.

¡Vamos por el buen camino, seguimos!