Después de la nieve y el hielo, llegó febrero, el mes de los semilleros. Y los invernaderos de los huertos escolares de Torrelodones empezaron a ser ocupados de semillas de todos los colores y tamaños, de variedades locales y ecológicas.
Mientras los más pequeños sembraron las semillas más grandes de la huerta: guisantes y habas en el terreno, que son de siembra directa.
Y como nuestros huertos son eco friendly, no podíamos descuidar a toda la fauna del aire y del suelo que nos ayudan con la polinización, el control de plagas y la descomposición de la materia orgánica. Por eso hemos creado restaurantes de bichos, comederos de aves, bebederos y hasta un museo de las abejas. Porque como dice la canción inventada por Eva la hortelana: «Sin polinizadores no podemos tener acelgas, ni tomates, ni coliflores, ni amapolas».