Otro curso más, nuestr@s jóvenes aprendices de hortelan@s han empezado a experimentar el ciclo del huerto: descubrimos la frondosidad de la vida silvestre que ha quedado tras el verano, las flores inesperadas y las hierbas espontáneas. Tenemos que seleccionar con cuales nos quedamos y aprovechamos para recoger las semillas de las hortalizas, ya que cada colegio se va a convertir en custodios de sus propias semillas.
Y entonces llega el momento de abonar nuestros bancales. Recurrimos a las composteras, que con el buen trabajo de los organismos descomponedores, nos tienen reservado su tesoro. Y por último para la puesta a punto del huerto de otoño, llega el momento de la siembra. Las míticas habas tradicionales, que recogimos en junio, junto con guisantes y tirabeques que recolectamos en primavera, los garbanzos que regenerarán la tierra, así como todas las hortalizas de raíz y hojas del otoño – invierno.
¡Todas las semillas tienen cabida en las manos de sus guardianes!